Un trago por vos manita mía
Esa extraña forma de bordear la vida,
entre ninguno de los abismos y todas las llanuras posibles.
¡Qué gran suerte, ese es nuestro camino!
Ese lugar donde todos nos encontramos,
el dolor común a todas las partidas, a todos los resquebrajados futuros,
a todos los cristalizados pasados que se borran con el paso
de las nubes.
Esos hermosos lugares en donde podemos ser,
esos que no éramos hace mucho pero que por suerte siempre
seremos,
esos bares, esos tragos,
ese neón que invita solo al olvido imposible de lo que se tatúa en el corazón,
en la memoria indeleble de la frágil humanidad que habitamos como espectros.
ese neón que invita solo al olvido imposible de lo que se tatúa en el corazón,
en la memoria indeleble de la frágil humanidad que habitamos como espectros.
En el fondo nunca quisimos el bien,
no hay mejor causa que las perdidas,
que el contraviento, que las cosas que no encajan,
como tú y como yo.
no hay mejor causa que las perdidas,
que el contraviento, que las cosas que no encajan,
como tú y como yo.
¡Qué
grandes excepcionalidades fuimos!
Como la
suerte que nos tocó, como todas las respiraciones en las que nos deshicimos, y
en las que fuimos de extrañas maneras…
Y mientras
el mundo gira…
y bien que gira al son de lo desinteresado,
de lo difícil,
de lo inasible…
y bien que gira al son de lo desinteresado,
de lo difícil,
de lo inasible…
Miro al
cielo y con mis lágrimas te ofrezco un brindis por la vida y el reencuentro que
tendremos un día en medio de la nada para contarte las mil aventuras que aun no
han sido.
Un trago
por ti, hermana mía, manita mía.
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