EL VIAJE:
Foto: Luis Oswaldo Bernal - El mar en el Golfo de Morrosquillo
Creo
que estas palabras le gustarán a cierta viajera que conozco
Y espero que mi hija sea una gran viajera
Por
Luis Oswaldo Bernal Correa
Con una
sonrisa en la mente
Mi espíritu es feliz cuando es errante… no hay nada
más dialéctico y vital que ser viajero. Amo la música que también es errante…
todo viaje necesita una banda sonora, la vida sin melodía no tiene sabor
alguno. Cuando de viajar se trata -y contrario al ideal del turista- no importa
para dónde vamos… hay que ir para algún lado, sin duda, pero no importa llegar.
Nunca importa si llegas. Si algún placer existe este emerge en los paisajes
fugaces e impactantes que se proyectan en la ventana… esa pantalla de maravillas
que el mundo nos ofrece… el universo se conoce en los viajes… uno se conoce en
los viajes… uno se hace en los viajes… en las partidas… en las paradas… en los
cruces de vidas y caminos…. En la lluvia que te sorprende, en el sol que la
aplaca… en el viento que te toca velozmente como si quisiera dejar en tu rostro
tatuados los aromas de las tierras incógnitas que te acercan a la ilusión de la
existencia… a la magia… a la nostalgia… al futuro.
Me gustan los “terminales”… de buses o de aviones….
Me gusta conocer más viajeros… me gusta sentirme errante… libre… me gusta embarcarme
en rutas desconocidas como son la mayoría… me gusta ser extranjero… y llegar
inesperadamente a nuevas formas de ser. Cada vez que estamos en lugares
diferentes se abre la posibilidad de ser diferentes… libres… crearnos y
recrearnos… de hacer nuestra historia una mágica existencia que interesa a los otros
mientras que tú te interesas por la cotidianidad de los demás… Nuestra vida
tiene sentido en la medida en que viajamos, dejamos atrás nuestros modos de ser
repetitivos y los renovamos y revaloramos conociendo otras tierras, otras
experiencias y otras personas… NO debemos repetirnos jamás, ni acostumbrarnos
jamás… somos una historia que acumula diversidades infinitas y crecientes.
Viajar es un baile… bailar es un viaje. Viajar es
un banquete… y no me gusta dejar nada en la mesa… NO hay formas correctas de
hacer un viaje… por lo que podemos errar…ese es el precio…. Cuando viajo
siempre lloro de felicidad… sueño… Esta vida es un viaje sin mapas, sin norte…
esta vida es errante… sufre quien desea parar, detener algo que le excede…. Hay que fluir con en
este viaje como una hoja sobre el viento… la ilusión de la causalidad... la
ilusión del control es dañino para nuestra vida… perdemos mucho tiempo imaginándonos
guías, mapas, lugares de llegada.
Todo pasa y todo cambia…
crecemos siempre…
pero no hay modelos ni evolución…
crecemos como ramas sin dirección…
se crece y
se aprende en la medida en que se viaja libre por la vida.
2 comentarios:
Y si que me han gustado!
Viajar libre, sin esperar mucho. Cada paisaje y cada estación va dando el sentido, la forma.
Viajar de tu mano, la mejor aventura.
Seguro que Aleja será la mejor viajera.
Pensando en ti, leyéndote a ti, la sonrisa prevalece.
Definitivamente de acuerdo....viajar es como una noche de salsa bien bailada...espero seguir gozando de ambos placeres. Un abrazo.
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