10/2/20

Los Hospitales enferman...matan

Por: Luis Oswaldo Bernal Correa



En agradecimiento a mi amigo César Lalinde, que hace las cosas diferentes y más humanas.

Los hospitales enferman cuando dan su bienvenida al olfato y lo bañan con desinfectante, antibacterial y antihongos que por antonomasia se convierten en el halo de asepsia de una institución respetable.


Al ingresar por la puerta de urgencias nos da la bienvenida el rostro del dolor que bien quería el papá del Bhudha Sakiamuny evitar a su hijo. Al final Bhudha despertó a la realidad de la vida.

(Aunque destinemos todos los recursos del mundo en evitar el sufrimiento y el dolor, no nos habremos alejado de él un ápice porque el dolor hace parte de la vida y entender cómo superar dicha ilusión es el camino zen.)

Está el dolor a diestra y siniestra, nuestros ojos y nuestros oídos pueden llegar a no soportarlo... bip, bip, bip de un aparato sumado a los lamentos desgarradores de las personas cada una en su lucha desde los origenes más diversos y de clases económicas distintas.

Sin embargo, los ricos no estarán en una camilla en un pasillo a la espera de que alguien grite su nombre como si una voz del cielo dijera "el sistema funciona" y ahora te "toca ir a un TAC" o "a un RX".

La boca no se abre, se tapa para no contaminarse, la boca se cierra incluso para los alimentos que siempre han gozado de mala reputación en los hospitales. Y así vamos siendo privados de nuestros sentidos, porque cada tacto en este mundo es prohibido sin los elementos protectores, sin el gel, el guante... sin la barrera que evite el contagio.

Los hospitales si bien tienen otras caras, les he querido compartir esta para que no olvidemos lo frágiles que somos.

La salud empieza por un buen saludo en la mañana sin el regaño para que la gente se bañe, la salud empieza cuando hacer tu trabajo (médico, enfermería, aseo, etc) de forma diferencial, cuando eres asertivo con los demás (quienes viven alguna enfermedad); todo cambiará cuando hagas tu trabajo en lugar de poner a un paciente a autoadministrarse medicamentos para que sea más fácil para ti el turno de la noche.

Salud es escuchar palabras positivas que te hagan ver el mundo optimistamente y no solo repetir un diagnóstico y los exámenes que te han hecho.

No somos un dato, aunque parecen ser los que nos determinan: signos, temperatura, presión, etc. Y puedes tenerlos perfectos y a la vez estás luchando por tu vida contra alguna enfermedad.

Al final parece que se trata de una carrera contra la enfermedad, incluso a costa del paciente, de la persona, de la vida.... a veces te dicen que si no "colaboras" a hacer algo generalmente doloroso, entonces, no se podrá hacer nada... y con sorpresa descubres luego que existen métodos dignos, costosos y que no son rentables para las IPS pero que si se ofrecieran a los pacientes estos vivirían en condiciones más humanas.

Las visitas dan vida, las buenas, visitas de los amigos, colegas... no la de los idiotas que parecen aprendices de médico y a quienes hay de repetir todo lo que diga el médico y al final se despiden y se van porque más vale el chisme clínico que la vida de un amigo.

Los hospitales son útiles y pueden llegar a ser humanos. Nos enfermamos en medio de la propia miseria que nos hemos creído recortando dinero a la salud, somos un desastre cuando nos encontramos frente a realidades que no son "pa'l Face" porque son duras, solitarias y feas.

Aquí nos roban la intimidad, nos hacen creer que lo valioso es la funcionalidad estándar por lo que es mejor andar semi desnudo en tristes batas, a pasos cortos en baños comunes que son un azar para hallar uno limpio y que pueda usarse porque allí pasa de todo. Y no falta la atrevida (auxiliar) que me decía " son las 5 am, el baño está libre y hay agua caliente " para que yo desprecie un dulce sueño que ha sido fraccionado por toma de signos, medicamentos, revisiones etc., ahora deba postergarlo porque tienen que cambiar sábanas.

Los hospitales te salvan la vida aunque completes 5 días o más en ayunas, aunque te pongan líquidos y medicamentos para que no te duela, te sacan a media noche a un exámen en lugares fríos, solos y que puedes agravarte más. Pero lo primero es el paciente (no que se sienta bien), sino diagnósticar la enfermedad primero y como premio te aislan para que contemples con el patrocinio de canales nacionales, tu miseria y la de Elif u Omer.

Los hospitales pese a lo útiles, enferman también, causan dolor y matan.

Imagen tomada de:
https://images.app.goo.gl/9PFKqvVUj3N96wTx6

Pagina de 90minutos.co

2 comentarios:

En el hospital, el médico que no puede pronunciar bien la “r” le dice a la esposa del paciente:
-Lo sentimos señoda, su madido mudió!
-¡No me joda!
-¡No mejoda ni mejodadá!

En el hospital, el médico que no puede pronunciar bien la “r” le dice a la esposa del paciente:
-Lo sentimos señoda, su madido mudió!
-¡No me joda!
-¡No mejoda ni mejodadá!