23/3/20

Tres oportunidades que nos brinda la Pandemia


Por: Luis Oswaldo Bernal Correa

¿Estas corriendo?


En su libro "La sociedad del cansancio"(2010), el filósofo Byung-Chul Han nos presentó un espejo de nuestro desesperado estilo de vida donde se desaparecen límites y se estimula la producción a toda costa, incluso sobre nosotros mismos y nuestra vida, aplastando la pobre subjetividad que se construye ahora y la escasa tranquilidad del ocio. 

Y así vamos corriendo como Hamsters encerrados en una rueda de ejercicios que desean mostrar que hacen más, que saben más, que producen más (incluso si no están en jornada laboral), que nada los limita (ni su familia, ni sus horarios, ni su condición social o económica y menos su salud o las enfermedades causadas por sus trabajos), que dan resultados en el menor tiempo, por menos dinero, o que persigue grandes causas y compromisos empresariales o grandes ideales de vida (la aparente filantropia publicable en redes sociales a cambio de likes) que los llevan a dar "todo de sí" convirtiéndose en empleados o ilusos independientes que dicen ser sus "propios jefes" cuando son esclavos de sí mismos, de las necesidades o de las ambiciones sociales.



En medio de esta estúpida competencia nos llegó una pandemia que nos ha obligado a PARAR, por lo menos a una inmensa mayoría, y quienes no pararon han CAMBIADO.

¿Vas a parar?

Sin embargo, hay trabajos vitales que no pueden detenerse, ni virtualizarse y dichos trabajadores exponiendo su vida siguen adelante. Otros, deben obligatoriamente teletrabajar porque sino morirán de hambre o se verán en serios aprietos económicos, pero pueden hacerlo desde casa. 

Existen aquellos a quienes por suerte les han dado vacaciones anticipadas o suspendido trabajos sin afectar por ahora la estabilidad económica. Y al final de la lista están los que ahora son desempleados (informales, vendedores, mercaderistas, o despedidos, etc.), que se suman a los ya antiguos desempleados previos a la pandemia.

La pandemia parece que nos eclipsa. Algunos se consumen en el caos real de no hallar comida, y otros en el caos virtual del casi obseno conteo de muertos, infectados y curados.

Otros se creen inmunes o inmortales, y pese a la cuarentena, se exponen y "rompen" las reglas como adolescentes que quieren probar algo, luchar contra las autoridades o revelar la teoría de la conspiración que los alienta, cuando no es plena y llana ignorancia irresponsable.

Otros mantienen la calma, se cuidan, se informan, tratan de aportar lo suyo desde la cuarentena y se presentan más concientes de sí mismos, la situación y los demás.

¿Y si hay que parar por qué no aprovechar ciertas oportunidades?


Así las cosas, es preciso que la pandemia NO ECLIPSE esta única ocasión para ser mejores seres humanos.

Que ahora que las cosas han parado o cambiado, la pandemia no nos quite por miedo, caos o necesidad las siguientes oportunidades: 

1. ESTILO DE VIDA: Elevar nuestra conciencia respecto a nosotros y nuestro estilo de vida generalmente consumista, derrochador y efímero.

Que reflexionemos sobre aquello a lo que dedicamos tiempo y su valía, así como las consecuencias de nuestro paso por el mundo. Es hora de cuestionar aquello que perseguimos como ideal de sociedad y que nos deja justo al borde del caos en un mundo que solo piensa en el "éxito personal", una idea que se revela como fraude frente al valor de la vida o de la supervivencia.

Descubriendo lo esencial que es cambiar para que el mundo y el planeta que habitamos sea mejor, y lograr por mérito un lugar en la naturaleza, sin despreciarla o atacarla sin piedad como hasta ahora.

2. FAMILIA: La familia es nuestro mayor baluarte, esos seres amados por sangre o elección que acompañan nuestra existencia y que pueden ahora estar en riesgo, lejos o cerca, pero en riesgo.

Esta familia que muchas veces no conocemos por dedicarnos a llevar "un pan a la mesa", esta familia con la que muchos ni conviven, ni conocen porque no les importa dado que se consumen en los ambientes digitales o físicos de trabajo, entretenimiento o estudio.

Es hora de poner a prueba nuestra capacidad de convivir, escuchar colaborar, aprender y amar.

3. NOSOTROS MISMOS: En un escenario que nos exije ser concientes de nuestros actos (dónde estamos, qué tocamos, con quién hablamos etc.) es fundamental que saquemos tiempo para nosotros mismos y evitar que la pandemia nos eclipse y nos consuma.

Es momento de reflexionar, de sentir y de pensar en nosotros mismos, la vida y las decisiones que estamos tomando. No es hora de "tener una guerra imaginaria contra la vida" (rabia, frustración, dolor), es hora de mirar de frente la existencia y lo que sucede a nuestro alrededor para replantearnos si aquello que hacemos día a día es lo que queremos, y de no ser así, cambiarlo.

Es hora de tomar decisiones y aprovechar esta situación, no para ocuparnos y fingir "éxito" en medio de las redes sociales, sino por el contrario poder pausar la maraton de vida que llevamos y hacer el respectivo balance.

Estas son oportunidades que no podemos dejar que la crisis nos "quite", y ojalá no nos escondamos en el afán de "producir" o de negar lo que se está viviendo.

No afirmo que esto sea "bueno" en medio de la pandemia, ya que no comparto la ilusa visión de sacar de algo malo, siempre algo bueno; pero es innegable que hay ciertas oportunidades que si las tomamos podrían servir para que la PANDEMIA NO NOS ECLIPSE y al finalizar este episodio, quienes sobrevivan, puedan hacer los cambios requeridos por el planeta, por la sociedad y por cada uno para dejar de ser la penosa carga que lleva a rastras la vida de este planeta hace -especialmente- unos siglos.


Referencia:
Imagen hombre mascarilla. Tomada de: https://www.freepik.es/foto-gratis/hombre-mascarilla-quirurgica-al-aire-libre_7343385.htm

Imagen mujer mascarilla. Tomada de:

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